lunes, 20 de abril de 2015

Metodología didáctica cognoscitivista

Metodología didáctica cognoscitivista


Oponiéndose contundentemente ante la metodología conductista defendida por Watson, Skinner y Pavlov, aparece el constructivismo y cognitivismo. Estas dos corrientes defienden el desarrollo del alumno a través de su aprendizaje basado en el esfuerzo personal en detrimento del moldeado de la conducta con patrones determinados que defendía el conductismo.

El cognoscitivismo resalta su preocupación por el desarrollo de las habilidades mentales y su representación en el aprendizaje y sus principales defensores son Jerome Bruner, David Ausubel, Piaget y Vigotski. Los dos primeros se decantan más por el cognitivismo y los dos últimos por el constructivismo, aunque no difieren mucho las dos teorías de los objetivos finales que se desean conseguir.

Un propósito fundamental de la teoría cognoscitivista es la de formar sujetos capaces de transferir el aprendizaje escolar a la vida real. Pero, ¿qué procesos internos conlleva? Principalmente, la comprensión, la atención, la memoria y la adquisición de nueva información a través de la percepción. En definitiva, lo importante es atender a los sistemas de retención y recuperación de datos y a las estructuras mentales donde se albergará la información.
Haciendo una descripción más pormenorizada, podríamos afirmar que la finalidad del cognoscitivismo se centra en enseñar a pensar o aprender a aprender. Siempre a través  del desarrollo de habilidades estratégicas que permitan convertir al alumno en un procesador activo, interdependiente y, muy importante, crítico en la construcción del conocimiento.

¿Qué características tendría esta metodología de enseñanza?

—Se debe comprender la meta del aprendizaje. ¿Qué es lo que se va a aprender?
—Se debe llevar una estrategia adecuada para obtener el logro de la meta.
—Se debe llevar un monitoreo y seguimiento del proceso para conseguirlo.
—Se debe evaluar sobre los logros conseguidos en relación con la meta identificada.

Siguiendo estos pasos, el rol del docente es el de organizar y desarrollar experiencias didácticas que favorezcan el aprendizaje del alumno. Es de vital importancia que el profesor esté siempre dispuesto a motivar al alumnado, a pensar qué proceso seguir para conseguir de los alumnos un aprendizaje significativo.

Pero, ¿qué es el aprendizaje significativo?

David Ausubel (1968) lo define como el proceso a través del cual una nueva información o nuevo conocimiento se relaciona de manera no-arbitraria con la estructura cognitiva del aprendiz. La diferencia que existe entre el aprendizaje memorístico y el aprendizaje significativo está en la relación que existe entre el nuevo conocimiento adquirido y la estructura cognitiva.

—Si esta relación es abitraria y lineal, el aprendizaje es mecánico.
—Si la relación es no-arbitraria y sustantiva, el aprendizaje es significativo.

Ausubel defiende que el profesor debe conocer los conocimientos previos del alumno. De esa manera se conoce qué sabe previamente el alumno para poder relacionar las ideas previas con las nuevas que se van a enseñar. De ahí que sea recomendable, antes de iniciarse en cualquier tema, realizar una evaluación inicial.
La motivación del alumnado también es un factor fundamental, por lo que si el discente no tiene intención de aprender, jamás lo hará. Por ello, el profesor debe propiciar un ambiente motivador, que provoque que el alumno se sienta cómodo en clase y con actitud favorable. ¿Cómo se puede conseguir esto? Utilizando ejemplos prácticos, visuales, cercanos, fotografías que ilustren los conceptos, diagramas que ayuden a comprender…

Por otra parte, de Jerome Bruner se importa el aprendizaje por descubrimiento (ver enlace al final). Propone una teoría de la instrucción que intenta exponer los mejores medios para aprender lo que se desea enseñar y está relacionada con mejorar, más bien que con describir el aprendizaje.

Al igual que Piaget, Bruner (1972) también defiende que los temas de estudio hay que adecuarlos al nivel del alumno. Según éste, se puede enseñar cualquier tema a una persona de cualquier edad siempre y cuando se adecuen al nivel de desarrollo del alumno. Por poner un ejemplo, se puede hablar con un infante de lo que es la muerte al igual que con una persona adulta, pero ajustando su explicación y descripción de ese tema acorde a su edad y conocimientos.

Bruner defiende que el instructor debe motivar a los estudiantes (al igual que Ausubel) y que ellos mismos descubran  las relaciones entre conceptos; que estudiante y profesor se involucren en un diálogo activo y que se produzca un currículo en espiral de manera que se trabajen periódicamente los mismos contenidos, cada vez con mayor profundidad.

En conclusión, debemos tener en cuenta a día de hoy las propuestas de estos autores, junto a Piaget y Vigotsky, que defendía la necesidad del aprendizaje en sociedad, para propiciar un mejor aprendizaje por parte del alumnado. Debemos procurar elegir aquellas actividades que creamos que van a motivar más, que organicen mejor las ideas que se van a transmitir y que vayan a generar un mejor asentamiento de la información. Si procuramos que se realice trabajo basado en proyectos, búsqueda de información, investigación, trabajo en equipo, mesas redondas, debates, técnicas diversas como el role-playing y dramatizaciones… seguro que favorecemos un aprendizaje significativo mucho mejor que si aprendemos memorísticamente datos sin más. El aprendizaje significativo que expone Ausubel, nos pide como docentes, la labor de orientadores del alumno. Debemos enseñarles a aprender, a organizarse y buscar aquellas estrategias que les permitan sintetizar la información. Así, los mapas conceptuales, los esquemas, el subrayado, resúmenes o ejes cronológicos podrían ser una buena solución, aunque recordando el primer día de la materia de Aprendizaje y Enseñanza del Dibujo del Máster de Secundaria, se nos explicó que más del 90% de la información aprendida acaba asentada si es el alumnado quien lee, investiga, acepta y descarta información y finalmente explica a los demás qué es aquello que ha aprendido.


Ver enlaces:


  

Bibliografía:


Ausubel, D. P., & Novak, J. H. H. (1976). Significado y aprendizaje significativo. Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo, 53-106.

Bruner, J. S., & Parés, N. (1972). Hacia una teoría de la instrucción. Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana.

Marcos, A. Yépez, A. (2011) Aproximación a la comprensión del aprendizaje significativo de David Ausubel. Revista Ciencias de la Educación.

Oyarbide, M. A.  Jerome Seymour Bruner: De la percepción al lenguaje. Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653).

Peralta, L. P. R., Díaz, S. L. F., Peña, Y. M. G., & Albarracín, (2011) L. M. E. The social genesis of the cognitive processes from the approach of Jerome Bruner.


Web:





No hay comentarios:

Publicar un comentario